La profilaxis post-exposición (PPE) es una herramienta para prevenir la infección por VIH en las primeras 72 horas posteriores a una práctica de riesgo.
La profilaxis post-exposición (PEP) consiste en la administración de un tratamiento farmacológico para evitar que se produzca la infección por VIH tras una posible exposición al virus por una práctica considerada de riesgo moderado o alto.
El tratamiento antirretroviral se administra a lo largo de un periodo de 28 días (cuatro semanas). Para que esta profilaxis tenga la máxima probabilidad de ser útil debe empezar a tomarse lo antes posible después de la exposición (idealmente en las 6 primeras horas). A medida que pasa el tiempo, aumenta la posibilidad de que el VIH se haya establecido de forma permanente en el organismo. A partir de las 72 horas desde la exposición, las posibilidades de que esta profilaxis sea eficaz son tan bajas que ya no está clínicamente indicada.
Al igual que ocurre en el tratamiento antirretroviral, es importante tomar los fármacos de la profilaxis tal como se han prescrito, en cuanto a las dosis y los horarios. Tomar menos medicación de la indicada puede implicar que tus niveles de medicamento en sangre desciendan, lo que disminuiría su eficacia como tratamiento preventivo. Si has tenido una práctica de riesgo y quieres solicitar la profilaxis post-exposición, solo tienes que acudir a las urgencias hospitalarias más cercanas y hablarlo con los profesionales que te atiendan para que puedan valorar tu caso.