
El pasado mes de junio se cumplieron 40 años de los primeros casos de sida documentados del mundo. A pesar de los grandes avances en el campo de la medicina, sigue habiendo un estigma social hacia la infección que no ha avanzado apenas.
Hoy en día, los tratamientos antirretrovirales permiten a las personas con VIH mantener una calidad de vida muy similar a la que tendrían sin la infección, además de reducir su carga viral, evitar llegar a la fase de sida. Además, manteniendo una buena adherencia al tratamiento se puede conseguir una carga viral indetectable y de esa manera no transmitir la infección a pesar de tener prácticas desprotegidas.
Sigue siendo nuestro deber defender los derechos de las personas con VIH y garantizar la no discriminación.